Lisboa, la capital de Portugal y cuna del fado -música tradicional portuguesa-, es una ciudad amable que hay que ir saboreando poco a poco, ya que sus encantos no son siempre visibles a primera vista. Denominada la ciudad de las siete colinas, requiere un buen calzado para descubrirla. Explorar sus rincones más encantadores implica recorrer sus empinadas calles adoquinadas, eso sí, con una merecida recompensa, ya que las vistas de la ciudad desde sus diversos miradores son sublimes. La alternativa a ir a pie, son sin duda los tranvías. ¿Qué sería de Lisboa sin sus míticos tranvías y elevadores? Aunque muchos de ellos ya se han modernizado, algunos todavía se conservan, mayoritariamente como reclamo turístico. Un paseo en el mítico tranvía nº28 a través del barrio de la Alfama es una experiencia inolvidable. Las callejuelas adoquinadas, las fachadas de las casas de colores chillones algunas de ellas recubiertas de preciosos azulejos, la ropa tendida en los balcones, en definitiva esa Lisboa que discurre a un ritmo tranquilo y que a veces parece detenida en el tiempo. En contraste, el Bairro Alto que despierta al atardecer con sus míticos lugares de fado, sus restaurantes y su animado ambiente nocturno. Finalmente el señorial barrio de la Baixa abierto al Tajo y único lugar llano de la ciudad. Todo ello es Lisboa. Sin embargo, más allá de la ciudad propiamente dicha, el barrio de Belém situado en la periferia de Lisboa, acoge los lugares monumentales más importantes además de ser el origen de los famosos Pasteis de Belém -sabrosos pastelitos de crema y hojaldre- a los que debe el nombre.
- Cómo ir del aeropuerto al centro de Lisboa
- Cómo moverse por Lisboa y Belém
- Mapa de Lisboa y Belém
- Qué ver y hacer en Lisboa y Belém
Cómo ir del aeropuerto al centro de Lisboa
Metro: El aeropuerto de Lisboa (Portelo) está situado muy cerca de la ciudad. La línea roja del metro de la ciudad de Lisboa llega hasta el aeropuerto (ver más abajo plano del metro de Lisboa). El billete cuesta 1,5 Euros, lo mismo que cualquier viaje sencillo en metro. Es la forma más rápida y cómoda de llegar/ir al aeropuerto. El metro está abierto de 6:30am a 1:00am.
Aerobus: Es el autobús que comunica el aeropuerto con el centro de la ciudad de Lisboa. Está operativo de 8h00 – 21h00 (cada 20 min). El billete cuesta 4 Euros. La duración del recorrido es de 30 minutos des del aeropuerto a la última estación en Lisboa, Cais do Sodré.

Cómo moverse por Lisboa y Belém
Metro: Lo más cómodo para moverse por Lisboa es utilizar el metro. El metro está abierto de 6:30am a 1:00am. La tarifa del metro se carga en una tarjeta llamada “Viva Viagem”. Es necesario comprarla con el primer billete y cuesta €0,50. La tarjeta Viva Viagem es reutilizable y puede usarse para cargar diferentes tipos de billete. El billete sencillo cuesta 1,5 Euros. La línea verde de metro conecta las zonas turísticas que hay por la zona de Baixa: Rossio y Baixa-Chiado

Tranvía y elevadores: El tranvía es el medio de transporte turístico por excelencia, con mención especial para la línea que hace el tranvía 28, que recorre las principales zonas turísticas de la Baixa, Alfama y el Chiado. También existen elevadores que comunican la parte alta (Barrio Alto) y baja (Baixa) de la ciudad como el Elevador de Bica o el Elevador de Gloria.
CÓMO LLEGAR A BELÉM: Para llegar a Belém, lo más fácil es tomar el tranvía 15 que sale de la Praça da Figueira, en la Baixa, y va paralelo al río a partir de la estación de Cais do Sodré. Puedes bajar en la plaza de Albuquerque en Belém. También podemos ir a Belém en tren desde la estación de Cais do Sodré, y bajar en la estación de Belém.
Mapa de Lisboa y Belém
Qué ver y hacer en Lisboa y Belém
En tres días se puede visitar la ciudad de Lisboa tranquilamente: dos días para recorrer el centro histórico de la ciudad y un día para visitar el barrio de Belém. Lo principal es disponer de un buen calzado para recorrer la ciudad y estar dispuesto a subir y volver a bajar por callejuelas, escaleras o calles empedradas -cuesta arriba y abajo- a través de un paisaje urbano encantador pero cansado.
Día 1: Barrio de la Alfama
La visita a la ciudad de Lisboa empieza en el pintoresco barrio de la Alfama. Para empezar el día y coger fuerzas, primero hay que tomar un café y un dulce en cualquier cafetería de la ciudad. El café en Portugal es delicioso, barato y se toma a todas horas. Los dulces son otro de los reclamos del país, más allá de los típicos Pasteis de Nata o de Belém, existe una gran variedad de bollería para todos los gustos.
Cuesta arriba con el tranvía nº28: Para empezar la visita del barrio de la Alfama toma el tranvía nº28 en la parada Rua da Conceiçao (cerca de la Praça do Comercio) en dirección a la Catedral de Lisboa (Se). La experiencia del viaje en tranvía a través de callejuelas empinadas es uno de los encantos de la ciudad. La primera parada es el mirador de Santa Lucia, uno de los más bonitos de la ciudad, que aparecerá a la derecha después de pasar la Catedral de Lisboa. Aquí hay que detenerse para contemplar las maravillosas vistas de los tejados del precioso barrio de la Alfama y del Tajo. Este mirador es un pequeño parque construido sobre la antigua muralla de la ciudad con preciosos azulejos que representan cuadros de flores. Detrás de la Iglesia hay unas escaleras que bajan al centro de la Alfama. Puedes bajar (piensa que tendrás que volver a subir) y adentrarte en el corazón del barrio de la Alfama. Perderse por sus pintorescas callejuelas es una tentación.
Después de esta primera exploración del barrio, vuelve a tomar el tranvía nº28 y sigue la línea hasta el mirador de Nossa Senhora do Monte. Detente aquí para disfrutar de las vistas de la ciudad de Lisboa. Después de la subida en tranvía, ahora toca bajar a pie y deshacer el camino seguido para detenerte en otros lugares del barrio (puedes volver atrás en tranvía, pero te recomiendo bajar andando para «empaparte» bien de la ciudad). De bajada, detente en el mirador de Graça para seguir disfrutando de las vistas de Lisboa.




Después de esta primera exploración del barrio de la Alfama puedes aprovechar para comer en alguno de los restaurantes que encontrarás por la zona. Después del almuerzo y de recobrar fuerzas, toca visitar el Castillo de San Jorge. Esta fortaleza situada sobre la colina de 110 m de altura domina el centro de Lisboa. Los Romanos construyeron aquí la primera fortificación de la ciudad que ha sido reformada múltiples veces a lo largo de la historia por las diversas civilizaciones que la han conquistado. En su interior se encuentran parques, fuentes y caminos para pasear. Muy recomendable.


De vuelta al barrio de la Baixa, puedes detenerte en la Catedral de Lisboa (llamada Sé en Portugués). La catedral fue construida sobre las ruinas de una antigua mezquita en el siglo XII. Fue destruida diversas veces, principalmente por los terremotos, y reconstruida según los estilos de la época, cosa que se manifiesta tanto en el exterior como en el interior del recinto.

Finalmente, puedes acabar el día cenando en alguno de los locales de fado de esta zona de la ciudad. También cerca, se encuentra el Museo del Fado por si te interesa. La música fado es típica de la ciudad de Lisboa. Se trata de un estilo musical difícil de comprender como expresión de sentimientos por los extranjeros. Sin embargo, la experiencia merece la pena.
Día 2: Barrios de la Baixa y Bairro Alto
El segundo día, la visita empieza en la Praça do Comércio, en el barrio de la Baixa. Esta gran plaza cuadrada situada a orillas del río Tajo, era en la época de esplendor de la ciudad el lugar de recibimiento para invitados importantes que llegaban a Lisboa por mar. Además, se utilizaba para la quema de herejes y como plaza de toros. Por un lado, la plaza está abierta al Tajo y por el resto está rodeada de pórticos. En el lado norte, el Arco Triunfal -dotado de estatuas de mármol que representan entre otros a Vasco de Gama o al ministro Gomba- se abre a la Rua Augusta. Esta zona de la ciudad de calles perpendiculares y llanas en la parte baja fue construida por el Marqués de Pombal después de que esta fuera destruida por el terremoto de 1755. Caminando hacia el norte a través de la Rua Augusta o sus paralelas, encontrarás multitud de tiendas, bares y restaurantes.



Si continúas caminando hacia el norte a través de la Rua Augusta, encontrarás a la izquierda en Rua de Santa Justa el famoso Elevador de Santa Justa. Se trata de un verdadero ascensor muy original, construido en hierro en 1901, que comunica la parte alta y baja de la ciudad. No fue construido por Gustave Eiffel -como se ha dicho muchas veces- aunque guarde similitudes en su construcción con la Torre Eiffel de París. Puedes coger aquí el ascensor para subir a la parte superior de la ciudad, concretamente al Barrio Alto. Las vistas desde la parte alta del ascensor son increíbles.
Ya en el Barrio Alto, puedes aprovechar para comer. Una sugerencia es la Cervejaria da Trindade, un lugar muy acogedor situado en las estancias de un antiguo monasterio. Sin embargo, hay restaurantes para todos los gustos en esta zona de la ciudad. Después de comer dirígete hacia la Praça Luis de Camoes a través de Rua de la Misericordia. Esta plaza es el centro neurálgico del Barrio Alto y uno de los puntos de encuentro más habituales. Desde aquí puedes subir al Mirador de Santa Catalina.

Ahora hay que volver atrás a través del laberinto de callejuelas con bares, restaurantes, talleres artesanales, boutiques del animado Barrio Alto, hasta la Iglesia de San Roque y la bonita plaza Largo Trindade Coelho. Al lado de la iglesia se encuentra el Museo de Arte Sacro.


Finalmente, no te puedes perder las vistas de la ciudad de Lisboa des del Mirador Sao Pedro de Alcantara. Para mí las mejores vistas de la ciudad. Al lado del mirador encontrarás el Elevador de Gloria que te devolverá a la parte baja de la ciudad, concretamente a la Plaza del Rossio.
VIDA NOCTURNA: Durante el día el Barrio Alto es una zona de Lisboa bastante tranquila, sin mucha actividad. Sin embargo, al atardecer el barrio despierta -a diferencia de la Alfama o la Baixa- y se transforma en la zona más animada de la ciudad. Clubs de Fado, Restaurantes, pubs, bares, conciertos en directo. TE RECOMIENDO VOLVER DE NOCHE AL BARRIO ALTO PARA CENAR Y DISFRUTAR DEL AMBIENTE.




Día 3: Barrio de Belém
El último día en Lisboa lo puedes dedicar a visitar el Barrio periférico de Belém. Situado al oeste de la ciudad, a orillas del Tajo, es muy diferente del centro de Lisboa: más extenso y con más espacio en terreno llano. Además, salió indemne del devastador terremoto de 1755, de manera que conserva importantes monumentos de la historia portuguesa.
CÓMO LLEGAR A BELÉM: Para llegar a Belém, lo más fácil es tomar el tranvía 15 que sale de la Praça da Figueira, en la Baixa, y va paralelo al río a partir de la estación de Cais do Sodré. Puedes bajar en la plaza de Albuquerque en Belém. También podemos ir a Belém en tren desde la estación de Cais do Sodré, y bajar en la estación de Belém.
Puedes empezar visitando el Museo Nacional de los Coches que se encuentra cerca de las estaciones de tren y tranvía (Plaza de Albuquerque). Aquí se exponen carruajes y carrozas de los siglos XVI al XVIII: carruajes de viaje, nupciales o de procesiones. Una visita interesante para verlos en primera persona. Después puedes dirigirte siguiendo la orilla del río Tajo al Padrao dos Descubrimentos. Este monumento, esculpido en piedra en 1960, representa la proa de un barco en cuyo extremo se encuentran esculturas de diferentes descubridores portugueses. Es un homenaje a la historia de descubrimiento y conquista de la corona portuguesa.


A lo largo del Tajo llegaremos a la célebre Torre de Belém. Antiguamente torre de vigilancia y faro, ahora el símbolo de Lisboa. Se puede visitar su interior y subir a la parte superior para disfrutar de las vistas. Esta peculiar torre tiene un estilo entre morisco y manuelino.

Ahora puedes volver hacia atrás para comer en alguno de los restaurantes de la Praça do Imperio. Después del almuerzo y merecido descanso, es momento de visitar el célebre Monasterio de los Jerónimos. Este recinto fue construido en el siglo XVI y pertenece al estilo manuelino. La iglesia del monasterio, iglesia de Santa María, es una maravilla ornamental. En su interior encontramos los sarcófagos de Vasco de Gama y del poeta Luis de Camoes. También es una delicia el claustro, lugar muy fotogénico escogido como fondo en los reportajes de bodas.



Finalmente, no puedes irte de Belém sin probar sus famosos pasteis de nata en la Antiga confitaria de Belém. Esta cafetería es la más antigua del barrio y fue inaugurada en 1837. Bonitos azulejos pintados artesanalmente decoran sus paredes. Aquí la especialidad son los pasteis de nata, pastelitos de crema y hojaldre espolvoreados con canela y azúcar glasé, altamente calóricos. Prepárate para hacer cola si quieres entrar.

