En esta escapada de fin de semana, recorreremos la zona de la Costa Brava catalana que va desde Sant Feliu de Guíxols hasta Tossa de Mar, pasando por la conocida como, la carretera de las calas, que bordea esta zona de la costa. La ruta empieza en la localidad de Sant Feliu de Guíxols, la cual ha sabido preservar muy bien su pasado, sin dejarse abrumar por el boom turístico que ha azotado la costa en los últimos años. En verano además, podrás deleitarte con su conocido Festival de la Porta Ferrada que programa conciertos al aire libre y de la exposición temporal del museo Thyssen que abre sus puertas en el Monasterio de la Porta Ferrada -símbolo de la localidad. En la ruta hacia Tossa de Mar a través de la carretera de las calas, disfrutarás de una de las pocas zonas del litoral que mantienen el espectáculo de contrastes entre los acantilados, el azul del mar, el verde de los pinos y el asfalto, en un tramo lleno de revuelos. Finalmente, en un lento descenso, en el que es sin duda el acceso más espectacular a la localidad, llegaremos al punto final de nuestra ruta, la población de Tossa de Mar -de la cual la mítica actriz Ava Gardner se enamoró- y que nos permitirá revivir la Edad Media en pleno siglo XXI.
Cómo llegar a St Feliu de Guíxols (Cataluña)
Coche: La Costa Brava está muy bien comunicada a través de la Autopista AP-7. Numerosas salidas comunican la autopista del mediterráneo con los diferentes pueblos de la costa catalana.
BUS: La compañía Sarfa conecta St Feliu de Guíxols con las poblaciones y ciudades vecinas, así como con Figueres, Girona y Barcelona. Se pueden consultar precios y horarios en la página web: www.sarfa.com
Avión: El aeropuerto Girona-Costa Brava está situado a 35 Km de Sant Feliu de Guíxols. Transfer en autobús a Sant Feliu de Guíxols durante los meses de Julio y Agosto: www.teisa-bus.com
Mapa de la ruta (St Feliu de Guíxols-Tossa de Mar)
- Ruta: St Feliu de Guíxols (visita del centro urbano)-Carretera de las calas-Tossa de Mar (visita del centro urbano)
- Duración de la ruta: Todo el día
- Tipo de ruta: En coche
- Recorrido: 22 Km
- Recomendaciones: Llevar buen calzado y bañador (en verano)
Qué ver y hacer
La ruta que te propongo se puede realizar en un día, sin embargo, si quieres detenerte en alguna de las calas y disfrutar de un buen chapuzón -cosa que te recomiendo- mejor distribuye las visitas a lo largo del fin de semana y combínalo.
Sant Feliu de Guíxols- S’Agaró
Sant Feliu de Guíxols es de las pocas localidades de la Costa Brava que tiene vida todo el año -cosa que se palpa en toda la localidad con su mezcla de visitantes y locales. Sus paseos Marítimo y dels Guíxols acarician la pequeña bahía perfectamente acurrucada de la apertura del mar. Precisamente esta localidad ha sabido preservarlos poco urbanizados debido a que su construcción -a finales del siglo XIX- fue pagada por los vecinos y estos mantienen un gran sentimiento de propiedad, que ha hecho que se opongan a cualquier urbanización turística posterior de la zona. Aparte del paseo marítimo, el símbolo más emblemático de la localidad es el Monasterio de la Porta Ferrada -que da nombre a su conocido festival de verano.
Ruta Urbana por Sant feliu de guíxols:
- Ruta: Casino de la Constancia-Casa Patxot-Paseo Marítimo-Plaza del mercado-Monasterio de la Porta Ferrada
- Duración de la ruta: 2 horas
- Tipo de ruta: A pie
- Recorrido: 1 Km
La ruta empieza en el Casino de los Chicos o de la Constancia (A), situado justo en el punto donde el Paseo dels Guíxols se transforma en el Paseo Marítimo. Este edificio modernista-neomudéjar de color mostaza chillón y granate, fue construido en el año 1889 y era el punto de encuentro de los progresistas del lugar, en contraposición con el Casino de los Señores, que fue derruido. En su planta baja todavía puedes tomarte un aperitivo y admirar sus arcos de estilo árabe.

Justo enfrente, se encuentra la modernista Casa Patxot (B) que en la actualidad acoge la cámara de comercio. Este edificio era propiedad de un empresario del corcho muy aficionado a la astrología. En su fachada se puede admirar el reloj solar con la inscripción de mosén Cinto Verdaguer: «Lo ritme va seguint les estrelles» (=el ritmo va siguiendo las estrellas). Justo detrás del reloj, se encontraba el observatorio donde el dueño de la casa contemplaba las estrellas.



A continuación, seguiremos a través del bello paseo marítimo hasta la plaza del mercado (C), donde se encuentran el ayuntamiento y el mercado municipal. Te recomiendo que te pierdas por las callejuelas llenas de vida de esta zona, antes de visitar el lugar más emblemático de Sant Feliu de Guíxols, el Monasterio de la Porta Ferrada (D).


El Monasterio de la Porta Ferrada (D), del siglo X, es uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura prerrománica catalana. Se trataba de un monasterio fortificado situado al lado del mar que ejercía un dominio feudal. Fue fundado en honor a Sant Feliu. La población que habitaba en su zona de influencia se llamaban Guíxols y de aquí el nombre de la población, Sant Feliu de Guíxols. La visita al Monasterio incluye la subida a una de sus torres defensivas donde se tiene una vista privilegiada de la costa. En la actualidad acoge el Museo de Historia Municipal y el archivo. En verano se puede disfrutar de una colección itinerante de cuadros procedentes de la colección Thyssen.
S’AGARÓ: Después de la ruta urbana por Sant Feliu de Guíxols aprovecha para visitar la playa de Sant Pol, perteneciente a Sant Feliu de Guíxols, en la urbanización conocida como S’Agaró. Esta urbanización, pionera en la costa brava, fue concebida como una alternativa marina a los balnearios de lujo. El primer edificio se construyó en 1924 y a continuación, este conjunto elitista fue creciendo. Muchos de los edificios todavía se encuentran en un excelente estado de conservación como el mítico «Hostal de la Gavina» y la «Taberna», esta última situada en la misma arena de la playa, que contiene lo que fueron los antiguos baños de S’Agaró, rodeados de sus icónicas casetas de colores, símbolo del lugar. Aquí puedes aprovechar para comer en uno de los mejores restaurantes de arroz de la zona, el restaurante Voramar. Reserva con antelación.


Carretera de las calas
Una vez finalizada la visita de Sant Feliu de Guíxols puedes iniciar la ruta en coche a través de la carretera de las calas, dirección Tossa de Mar. Su inicio está justo al lado del Monasterio de la Porta Ferrada.
Os recomiendo un recorrido lento a través de esta carretera para poder observar la naturaleza en todo su esplendor. Este tramo es bueno para ir deteniéndose en los diferentes miradores y observar las magníficas vistas sobre el mar que nos ofrece. Esta zona es bastante virgen y está llena de calitas recónditas resguardadas de la urbanización -aunque cada vez menos. Las mejores son las que se encuentran en el último tramo antes de llegar a Tossa de Mar: Cala Futareda, Cala Giverola y Cala Pola.

Cala Futareda: Se trata de una magnífica playa, completamente virgen, que se ha mantenido ajena a la urbanización debido a su difícil acceso a través de unas escaleras esculpidas en la roca. En temporada alta suele haber muchas embarcaciones que le quitan magia al lugar.
Cala Giverola: Cala preciosa, de fácil acceso, eso sí, urbanizada hasta la playa y con una gran promoción de casas justo en la montaña, cosa que le resta mucho encanto.

Cala Pola: Cala preciosa y de fácil acceso. Esta cala solía ser la número uno de todos los ránquings. Sin embargo, están urbanizándola hasta la misma línea de la playa, al igual que Cala Giverola, así que si vais este verano igual os encontráis con obras justo detrás de la cala…

Tossa de Mar
En un lento descenso a través de la carretera de las calas finalmente llegamos a Tossa de Mar, punto final de nuestra ruta. Antes de bajar detente en el mirador para contemplar la vista de la bahía de Tossa y admirar este pueblo, que es el único ejemplo de población medieval fortificada que persiste en las costas catalanas.
Tossa de Mar es conocida sobretodo por su Vila Vella (=Ciudad antigua), un recinto amurallado que conserva tres torres y parte de las murallas medievales (S. XII-XIV), declaradas monumento histórico-artístico. El perímetro original del recinto se conserva prácticamente intacto. Se accede al conjunto medieval a través de un enorme portal y una vez dentro uno tiene la sensación de entrar en un oasis de la edad media; calles estrechas empedradas, casas medievales todavía habitadas y torres de defensa intactas. Una vez fuera de la ciudad antigua, puedes subir hasta el castillo. De bajada por el camino que rodea la Vila Vella, en uno de sus rincones, una escultura de Ava Gardner nos recuerda su visita a la población durante el rodaje de la película Pandora y el holandés errante (1950).


Playas en Tossa de Mar
Existen tres playas en Tossa de Mar. La playa que se extiende a los pies del recinto amurallado es la playa grande, la de mayores dimensiones. La de la Mar menuda, situada a continuación de la playa grande, y la cala d’es Codolar que se puede observar desde el faro, son las otras. Ambas son más pequeñas, pero igual de bonitas, especialmente la d’es Codolar en el regazo de la muralla.

